En la siguiente foto podemos ver la diferencia con el año pasado.
Todo el día del Lunes Santo estuvo el cielo cubierto de nubes que descargaban de vez en cuando. Parecía que el cielo respetaría por segundo año consecutivo a la Hermandad Sacramental del Stmo. Cristo de los Desamparados y María Santísima de las Angustias, junto con su paso de misterio del Señor de la Divina Misericordia en las negaciones de San Pedro; pero por desgracia solo pudieron salir hasta la altura del Colegio de Málaga, donde se tuvieron que dar la vuelta debido a la lluvia.
El Martes Santo se canceló la Estación de Penitencia de la Residencia Francisco de Vitoria, haciéndose en su lugar un Besapiés a las tres Imágenes que iban a participar en la procesión, además, la Agrupación Jesús de Medinaceli interpretó tres marchas -Pange Lingua, Callejuela de la "O" y Saeta-. La representación de la pasión en la Parroquia de Santiago Apóstol salió a pedir de boca -al igual que la del miércoles santo-. El Via Crucis organizado por el Cabildo de la Magistral corrió peor suerte, puesto que tuvo que modificar su recorrido. Ya en Miércoles Santo las nubes persistían en el cielo complutense, amenazaba tormenta y las predicciones no eran buenas, pero aun con esas, la Cofradía del Stmo. Cristo de la Esperanza y el Trabajo y Ntra. Sra. de la Misericordia aprovechó que el cielo había dado una tregua para poder salir a procesionar, pero nuevamente volvió a llover a la altura de la calle Santa Úrsula y las tallas tuvieron que retornar -La Virgen se dio la vuelta, pero Cristo avanzó para ir por la calle Trinidad para encontrarse de nuevo frente a su sede de salida, donde se interpretaron unas marchas mientras la virgen era mecida frente a su hijo crucificado también mecido por sus anderos-. Paralelamente, en la calle Imagen la cruz de guía salía y pese a los ya débiles chubascos, se sacó al Cristo, e inmediatamente la lluvia cesó, la estación de penitencia avanzó y logró llegar a la Magistral, donde tuvo que refugiarse unas horas debido a que había empezado a llover a la altura de la calle Damas, y la estación de penitencia se dio por terminada con el acto penitencial que se hace en la Magistral, a pesar de que sobre las tres de la madrugada las Imágenes fueron llevadas de vuelta a su sede aprovechando que el cielo dio otra tregua.
El Jueves Santo empezó con la ofrenda musical por parte de la A.M. Jesús de Medinaceli que dio a sus Imágenes titulares y acto seguido a los titulares de la Cofradía del Cristo de los Doctrinos, donde empezó a llover incansablemente hasta las seis de la tarde, habiendo incluso una fuerte tormenta pasado el mediodía. Las puertas del colegio de Málaga se abrieron y la comitiva del Nazareno Complutense salió puntual dispuesta a hacer su recorrido habitual, cabe destacar, que este año hubo una importante novedad respecto con el acto de penitencia que realiza esta cofradía con la Hermandad de la Soledad Coronada, y es que por vez primera se sacó a la Virgen a la misma calle frente a Jesús Nazareno de Medinaceli y fue bailada al ritmo de Callejuela de la "O" interpretada por la A.M. Jesús de Medinaceli -La Reina de Alcalá, como la llaman algunos, fue levantada en honor al veterano capataz de la Esclavitud Nazarena-. Pero el tiempo volvía a amenazar fuertes lluvias -incluso chispeó un poco por alguna parte del recorrido- y llegada de nuevo la procesión a la Plaza Cervantes decidieron dirigirse directamente a su Sede de Salida como medida de prevención de las fuertes lluvias que anunciaban y que vinieron al poco rato de terminar la procesión. Menos suerte corrió la Cofradía del Stmo. Cristo Universitario de los Doctrinos y Ntra. Sra. de la Esperanza, que debido a que el trono del Cristo se encontraba sin barnizar, decidieron no salir por miedo a que les lloviera y la madera del paso se hinchara o se deteriorara, en su lugar, se hizo un emotivo acto de cofradía dentro del Aula de Música.
La Madrugada del Viernes Santo de Alcalá se vio sin ningún paso en la calle, debido a las fuertes precipitaciones, La Cofradía del Cristo de la Agonía se vio obligada a suspender su estación de Penitencia. Por fortuna, esas lluvias cesaron durante todo el día y la Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Mª Stma. de la Soledad Coronada y Sagrado descendimiento de Ntro. Señor Jesucristo pudo realizar exitosa y completamente su Estación de Penitencia, grabando en nuestras retinas imágenes espectacular como su entrada en el templo, que después de varias chicotás la Virgen reviró para despedirse de su público y entró de espaldas a su sede, y la difícil entrada del paso de misterio donde la cruz tuvo que ser descendida al igual que sus otras dos Imágenes. La Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli y María Santísima de la Trinidad realizaron su estación de penitencia también exitosa y emotivamente. A las 0:00 h. llegó la hora de la procesión -bajo mi humilde punto de vista- más austera y castellana de la ciudad, que a diferencia del año pasado, si pudo realizar su estación de penitencia sin alteración alguna.
Era el turno del Domingo de Resurrección que al igual que el Domingo de Ramos predominó un estupendo sol. A las 10:30 h. salió del Colegio de Málaga, María Santísima de la Trinidad sobre su trono sin palio, cabe destacar que fue la primera vez que una Virgen en el encuentro no sale con una Corona, sino con una aureola, y entre sus manos llevaba una corona de espinas, que fue sustituida por una rosa en el encuentro -que había llevado durante todo el recorrido Cristo Resucitado-. Fue acompañada por la A.M. Jesús de Medinaceli. A las 10:45 h. salió desde el Convento de Santa Úrsula el paso de Jesús Resucitado sobre el trono de Jesús con la Cruz acuestas y la Verónica, con una rosa entre sus manos que después sería entregada a María Santísima de la Trinidad. Otra novedad fue que durante el Encuentro de ambas imágenes se soltaron dos palomas blancas. Tras el término de esta procesión, las Imágenes fueron a la Magistral donde presidieron la Solemne Misa de la Resurrección.
Y ahora, dos semanas después, esto sigue... Las cuadrillas de costaleros y anderos descansan unas merecidas vacaciones, los pasos esperan ansiosos y tapados una mudá, los nazarenos ya han colgado su túnica, y los músicos empiezan a preparar un nuevo repertorio. FALTAN 337 DÍAS PARA EL DOMINGO DE RAMOS.
